Tablón de anuncios

sábado, 26 de enero de 2013

LUGARES COMUNES


A estas alturas de mi vida he llegado a la conclusión de que lo que me ata a determinadas personas son los lugares comunes compartidos: estudios, trabajo, voluntariado, vacaciones, aficiones... Por la misma razón, lo que me va separando de otras es la pérdida de esos lugares comunes, esa no coincidencia, cada vez más densa, en ellos.

Esta idea me viene dando vueltas en la cabeza desde la primera vez que viera la película de Aristarain “Lugares comunes”, la cual –además de hacerme llorar a lo grande- me abrió los ojos y la mente a nuevos cuestionamientos y planteamientos. Entre ellos éste.

Una cosa son los lazos familiares, de amistad o de vecindad y otra, muy distinta, los creados en proyectos comunes, cuando los individuos nos sentimos un todo y una parte indisoluble de aquello que compartimos y que nos va uniendo cada vez más.

La historia de permanencia de los protagonistas es la historia de compartir el mismo sueño, de realizar los mismos proyectos, de beber de las mismas fuentes. Esa vida en común que casi todos hemos soñado alguna vez y que muchos no han podido hacer realidad.

He visto la película varias veces y siempre acabo sacando la misma conclusión: nos unen los lugares comunes.

Por eso sé que cuando dejamos de encontrarnos en ellos, cuando apuntamos en direcciones distintas, cuando perdemos el interés que antes sí sentíamos... comienza el principio del fin. Irremediablemente.

Cuando en una relación empiezan a escasear los lugares comunes, en detrimento de los espacios diáfanos y vacíos, mejor prepararnos para decir adiós que tirar de algo que no tiene sentido.

La escribana del Reino
M.E.Valbuena

No hay comentarios :

Publicar un comentario