Hay veces que nos aferramos a personas y a situaciones que nos hacen daño.
En ocasiones repetimos el mismo camino y ya sabemos que nos lleva al mismo lugar.
Novedad, novedad, novedad...
Todos llevamos la llave que abre la puerta que nos conviene abrir.
¿Todos?
Todos, aunque muchas veces en un bolsillo tan hondo que somos incapaces de acceder a ella.
La clave es soltar...
Soltar ataduras, soltar prejuicios, soltar envidias, soltar celos...
Y caminar libres, sin cargas pesadas...
Como el viento...
La redacción del blog
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