- Navidad sin luces -
Este año, el Ayuntamiento de mi ciudad ha decidido, tal como están las arcas municipales, no gastar lo que no tiene en iluminación navideña. Sólo va a iluminar la calle principal, que para eso ostenta tal título. Así que son los comerciantes del lugar los que se han hecho cargo del asunto.
En mi barrio y en otros de la ciudad hay comerciantes pero, o son pocos o están para pocas luces, por lo que no tenemos ni una mísera bombilla navideña. Se puede decir que la Navidad pasa a oscuras por aquí.
Pues bien, con luces o sin ellas, con adornos rimbombantes o en plan soso y austero, con hilo musical de villancicos o en silencio, lo cierto es que el día 25 de diciembre es Navidad y quien más quien menos lo celebraremos como podamos. Al fin y al cabo las luces, como dice un amigo, las llevamos puestas, los adornos sólo hay que improvisarlos y la mejor música surge del interior de nosotros mismos. Dicho lo cual, no necesitamos gran cosa para la celebración.
Tal vez esta austeridad sea una llamada a prescindir de lo superficial y a separar lo accesorio de lo importante. Si es vedad que no hay bien que por mal no venga ( o al revés) el regalo navideño de nuestro Ayuntamiento puede ser maravillosamente educativo, pues gracias a él aprenderemos a vivir con lo justo, sin lujos ni despilfarros absurdos.
Además ¿quién ha dicho que no podamos ser creativos buscando una iluminación alternativa a base de velas? ¡Qué se lo digan a los de Pedraza! Que este año se han hecho famosos gracias a su peculiar noche de las velas y al controvertido anuncio de la lotería de navidad 2013.
Feliz Navidad a todos los que se dispongan a vivirla en armonía. A los otros, que la suerte los acompañe.
M.E.Valbuena
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