"Nostalgia", fotografía de Jesús Aguado |
- Tardes tristes de domingo –
Así por alto podría decir que la tarde del domingo es uno de los peores momentos de la semana para muchos de nosotros. Tal vez por la proximidad del lunes o por el final del descanso semanal o por el regreso (muchas veces físico) a nuestro lugar cotidiano.
Lo cierto es que sentimos una especie de desasosiego en forma de nostalgia, ansiedad, tristeza o incomodidad. Y, a veces, hasta nos regodeamos realizando actividades que profundizan más en el desasosiego.
Me pregunto qué nos lleva a dicho sentimiento. Y no encuentro respuesta.
He pensado que puede ser porque no nos gusta nuestro trabajo y sólo de pensar en retomarlo el lunes nos chafa la tarde del domingo. O porque no nos gusta dónde vivimos y tenemos que volver allí. O porque preferiríamos una vida sin horarios ni deberes y los lunes nos recuerdan que eso no es posible. O porque no sabemos ocupar creativamente nuestro tiempo libre. O ¡qué sé yo!
Como no he encontrado respuesta, he decidido que, en lugar de buscarla, viviré esa tarde como lo que es: unas horas para hacer cosas distintas a las del resto de la semana. Única e irrepetible. En palabras de Og Mandino, “como si fuera mi última tarde”.
Viviré sin compararla con la del sábado o la del lunes. Viviré su presente y su ahora. Aunque siga siendo triste.
M.E.Valbuena
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