A.- ESTAMOS HARTOS
Hay razones para estar socialmente cabreados. Como dirían los jóevenes del Movimento 15 M, para estar indignados. ¡Ha habido tantos engaños y tantas promesas falsas por parte de la clase política y financiera de este país!. El pueblo está agrio, que es como decir que asiste entre decepcionado y triste, malhumorado y enrabietado a todo lo que está pasando, sin haberlo provocado. El vocabulario de nuestros medios de comunicación se ha reducido sustancialmente: crisis, recortes, prima de riesgo, deficit público, manifestaciones, protestas y poco más. Parece que no hubiera salidas ni expectativas razonables.
B.- ALGUNOS DATOS
La reforma laboral emprendida hace unos meses para generar empleo, ha provocado más paro y desolación, amén de despidos en cascada más rentables para los que manejan la mayor parte de los medios económicos. Como que estuviéramos metidos en una laberinto cada vez más negro y desolador. Sólo en León por primera vez en la historia superamos los 45.000 parados, en Castilla y León 235.369 y en España 4.833.521. La tasa de paro es del 25 % de la población. En el caso de los jóvenes es ya del 50%. Son cifras que alarman y estremecen. Detrás hay seres humanos.
C.- ES RESPONSABILIDAD DE TODOS
La clase dirigente parece que reaccionar tarde y mal, echándose las culpas unos a los otros, siguiendo la estrategia de los camalares, que les encanta empozoñar la atmósfera a su paso. ¡Qué facil es acusar!.
Asumimos que la responsabilidad es de todos y de todas, especialmente de los que tienen más capacidad de decisión en las cosas comunes. Todos tendremos que hacer algo. La crisis bestial que estamos padeciendo es al mismo tiempo UNA OPORTUNIDAD. Oportunidad para repensar lo que estamos haciendo y en qué dirección queremos caminar.
D.- NO PODEMOS SER INDIFERENETES NI IMPASIBLES
¿Es la solución la huelga general?. No corresponde a este blog determinar la estrategia más adecuado, pero sí hacernos eco de que la situación que estamos viviendo en nuestro país genera dolor, angustia, depresión, desánimo y pone sobre la mesa que estamos viviendo en un país enfermo y mal asistido. Al Teléfono de la Esperanza le corresponde escuchar, atender y acompañar todo este malestar. Porque nada nos es indiferente y menos el sufrimiento de los nuestros. Sin renunciar a reivindicar una sociedad más justa y saludable. Más humana.
E.- ES EL TIEMPO DE LA SOLIDARIDAD
No queremos dejar de apuntar que no hay salida a la crisis fuera de la solidaridad, el rearme ético, la honestidad y una nueva cultura que realce más el ser que el tener. El castillo de naipes que es la sociedad del consumo y del tener tiene tal vez los días contados. Apostamos por una sociedad de la fraternidad y de la interioridad, del corazón, tal y como preconiza el ideario del Teléfono de la Esperanza. Que nadie puede quedar fuera del reparto equitativo de los bienes y derechos.
F.- PREGÚNTATE
Dejamos a nuestros internautas un par de preguntas:
¿Qué está en mis manos, en tus manos, para que esta situación cambie y mejore?.
¿A qué nos está invitando el derrumbe de este sistema insolidario y consumista?.
La redacción del blog
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