...este es el tercer viernes sobre los tóxicos...
Necesito saber cuáles son mis sueños
Gente tóxica es la que tira de nosotros hacia abajo, la que nos corroe la ilusión o sólo sabe ver nuestros fallos, nuestras sombras. Son personas que se encuentran mal consigo mismas y quieren extender la tinta de su propio malestar. A la gente tóxica le encanta destruir a los felices, a los contentos, a los bondadosos, a los atrevidos, a los pioneros. Menospreciarlos. Torpedearlos. Cuestionarlos. Responden a este mensaje interno: “como yo estoy mal, tú tienes que estar mal” o aquel otro “todo es una mierda”. Donde hay gente tóxica hay ambiente tóxico.
Nos dejamos conducir de las páginas de uno de los libros más vendidos en esta última temporada y que lleva por portada “Gente tóxica”, de Bernardo Stamateas.
Ya hemos dado por supuesto que existe gente tóxica, pero ¿qué hacer?.
El primer paso eres tú mismo, tú misma. Clarificarte: ¿qué quiero hacer yo con mi vida?. ¿Qué quiero conseguir, a dónde quiero ir, cómo deseo vivir?.
A partir de ahí, atrévete a decir Si a todo lo que te acerque a esos objetivos. busca las personas que estén en ese camino y ten agallas para decir NO a lo que te aleje de tu dirección, a lo que sea un obstáculo y no tengas miedo a alejarte de aquellos que te apartan de tu camino. Y asume las consecuencias de tu NO y de tú SI. No te olvides de que no estás aquí para cumplir las expectativas de nadie.
Sigue no tus sentimientos, que hoy estarán arriba y mañana abajo, ni tus pensamientos, podrán ser dispares, sino tus convicciones, que es lo mismo que tus sueños. Y si no tienes sueños jamás llegarás a la luna.
“Hubo dos hermanos que un día se dijeron: se puede volar y todo el mundo se rió. Alrededor del año 1900 construyeron un avión y quisieron levantar el vuelo. Uno de ellos lo consiguió, pero el avión cayó y el piloto murió. El otro hermano enterró al fallecido pero no enterró su sueño y su fe, y lo volvió a probar. Pasaron doce años en los que mejoró su avión y voló sobre Nueva York. Por primera vez el hombre alcanzaba el cielo con una máquina. Todo puede morir a tu alrededor, pero nunca entierres con tus muertos tu fe, nunca entierres tus sueños” ( B. Stamateas)
La redacción del blog
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