Fue el psicoterapueta Eduardo Lallana el que nos habló de la distinción que en la Gestalt se hace de la figura y el fondo. Y de esta ley queremos servirnos para compartir con todos nuestros internautas los ecos del III Concierto Voces de Esperanza, el día 6 de octubre, a cargo del Grupo Runa Manaz, en el Teatro El Albeitar de la Universidad de León.
La figura es lo que te entra por los ojos. Lo que no puedes ocultar. Es real, pero no es toda la realidad, ni siquiera la más importante. En este caso, el exceso de butacas vacías.Las ausencias llamativas. Los que nos habían dicho que contáramos con ellos, pero al final no se acercaron. Todos tendrán sus razones.
El fondo es lo que está detrás. Aquello que si no te paras no descubres. Lo más importante. Lo que sostiene el armazón. Lo que posibilita la figura. Y esto es especialmente lo que queremos compartir. Un poco por convencimiento y otro poco por necesidad.
Fondo es los muchos ensayos de Angel y Marta para sacar adelante una presentación distinta, diferente, original. Ensayos acompañados de paseos, meriendas y carcajadas. Que no fueron pocas. ¡Y vaya cómo fructificaron!.
Fondo es las puertas abiertas que hemos encontrado en la Universidad de León para hacer posible este acontecimiento. Las voces amables de Ana, de César; el buen hacer de Ricardo y Miguel Angel, los técnicos de luces y sonido. Sin ellos no hubiera sido posible ni el III ni el II ni el I Concierto Voces de esperanza.
Fondo es el sí decidido de Manuel Martínez a este concierto y de todos y de cada uno de los componentes de su Grupo Runa Manaz. ¡Que parecía que se sentían como en casa!. Uli, Pedro, Brian y Jon.
Fondo es el esfuerzo decidido y entusiasta de Herminio y M. Nieves por sacar adelante un video atrayante, motivador e ilusionante.
Fondo es el conjunto de colores que Toño de la Fuente nos regaló con su fotografía para el cartel, que abrían a un camino de tierra, pero de esperanza.
Fondo es el empeño de la organización por sacar esto adelante. Otra vez. Con ilusión y esmero. Con no poco cariño.
Fondo es encontrarse con las caras conocidas de las personas estusiastas que no dudan en tirar del Teléfono de la Esperanza en León.
Fondo son los buenos momentos vividos. El corazón puesto en las cosas que salieron. Todo lo que nos reimos.
Fondo es saber que el Teléfono de la Esperanza además de grandes voluntarios dispone al menos de dos grandes monologuistas.
Los desencantos, las penas, las tensiones, las rabias, los vacíos, - ¡que los ha habido!- no dejan de ser más que figuras de barro o de cristal. Figuras de las que estamos dispuestos a aprender.
La organización
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