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miércoles, 14 de septiembre de 2011

CRISPÍN D´OLOT: "NO TENÍA NADA, HABÍA RENUNCIADO A TODO.. Y APARECIÓ LA IMAGINACIÓN Y LA FANTASÍA" (II)



7º.- Paulo Coello logró su propio sueño al escribir “El alquimista”. ¿Cómo surge en ti el sueño de Crispín d´Ólot?

No es fácil de explicar. Por un lado había en mí una gran sed de aventuras y por otro unos temores y unas preocupaciones que me ataban a una vida impersonal y común. No soy una persona cobarde. Lo desconocido no me amilana. Sin embargo emocionalmente no había madurado en plenitud. Mi cabeza estaba llena de ensueños y cavilaciones, de fracasos. Encerrado en mí mismo, no entraba la vida en las estancias del ser. Había que vivir. Crecía como un árbol salvaje, lleno de guíos, enmarañado y sin poda. Un buen día, una situación desesperada me llevó al borde de esa locura de don Quijote y de Philip K. Dick, esa locura bendita que es capaz de trasformar la realidad con tus sueños, que es capaz de abolir la caverna. Esa es la fuerza de la locura de la que hablan Cervantes, Dick, Erasmo, Artaud, Foucault. De mi desesperación, de mi sufrimiento, de mi vida insignificante, en la que sólo la fantasía era real, surgió por mor de la locura un cambio radical, un giro copernicano, en mi vida. De pronto yo era el juglar Crispín d’Olot, el trovador vagabundos, y el mundo me aceptaba ontológicamente.


8º.- Calderón de la Barca nos ha hecho creer que “la vida es sueño y los sueños son”. ¿Qué sentiste el primer día que te convertiste en Crispín?

Mucha felicidad. No tenía nada, había renunciado a todo, al amor, al trabajo, a la carrera –iba a ser filósofo-, la familia, la tierra. Me hallaba desnudo como los hijos de la mar. Me había reducido a mí mismo, me había quedado con lo esencial, con mi bien más preciado, mi imaginación, mi fantasía y mi pobreza. Poca cosa parecen la imaginación y la fantasía al mundo. ¡Qué equivocada está la sociedad! A mí me sirvieron para renacer, para arrancarme las cadenas que, como a Prometeo, me encadenaban al Caúcaso de mi depresión, para arrojar de mí la roca de Sísifo de mi inacción, para ser lo que ahora soy, un juglar, un trovador, un cómico, un cuentacuentos, un músico de la legua, para gozar de lo que ahora gozo, un lugar bajo el sol.

9º.- Juan de la Cruz en uno de sus poemas nos dice que “para llegar al todo hay que ir desde la nada, desde el vacío”. ¿De que te tuviste que vaciar para dar a luz a Crispín?

De tantas cosas… pero de una sobre todo, el miedo. El miedo a no saber si comería ese día, el miedo a no saber dónde dormiría, el miedo al mañana, el miedo al ayer, el miedo al sufrimiento, el miedo a la vida.



 
10º.- Richard Bach nos dice que Juan Salvador Gaviota voló el día en que creyó que podía volar. ¿En qué cree Crispín?.

No me satisface una explicación materialista de la vida y del universo. Sería temerario negar la realidad, negar eso que está ahí cada vez que abres la puerta y sales a la calle, sin embargo no tenemos fundamento para creer que las cosas son como son, como las percibimos. ¿Qué es el progreso? ¿Qué es la evolución? ¿Qué es la tecnología? ¿Nos hace más avanzados? ¿Nos acerca a la perfección como especie? ¿Y sí por el contrario nos alejara de ella? ¿Y si, como dice Calderón, la vida es un sueño? ¿Y si la historia no fuese lineal? A veces me gusta pensar que el único momento verdadero que se ha dado en el universo es la muerte de Cristo, que la historia, el devenir, no es lineal, es una onda que se aleja de su centro y se va desvaneciendo. Tal vez mañana nos despertemos y nos asombre descubrir que las cosas se diluyen y se vuelven transparentes, que estamos en los últimos andenes del tren de la historia.

11º.- Al Maestro Facundo Cabral lo mataron en Guatemala después de un concierto y de haber cantado que “no soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad..”. ¿De dónde es Crispín? ¿Hacia dónde camina?

En versos de José Martí, y también de Píndaro: Yo de todas partes vengo / y hacia todas partes voy. / Entre los montes soy monte / y en los llanos, llano soy.

No lo sé. Ahora miro la ventana y veo esas nubes recortadas contra el gris azulado del cielo, formando barcos, toros, ballets aéreos, y pienso ¿a dónde van esas nubes? Igual me sucede a mí, ¿a dónde voy yo? ¿De dónde vengo? Esta forma y esta existencia, ¿a qué se deben? ¿Son producto del viento? ¡Quién lo sabe!

12º.- A Pedro Salinas le gustaba decir que su corazón estaba lleno de pronombres. ¿Qué nombres habitan el corazón de Crispín?

Utopía: Anarres, el planeta anarquista-taoista de Ursula K Le Guine. Los campos de trigo sin término en cuyos caminos se habla de metafísica, de Philip K. Dick. Las bucólicas casas estado de los desengañados hombres borgianos. La edad de oro que don Quijote mostró a los cabreros.

Camino: el de Machado, que se hace al andar; el de León Felipe, siempre nuevo; el de los tres hermanos, largo y fatigoso; el de Ray Bradbury, de la conquista de Marte; el de Colón, sobre espumas de plata; el de Teresa de Jesús, de predicar y dar trigo.

Poeta: Shakespeare, estrofas de violencia y ternura. Quevedo: maestro de la muerte y la fantasmagoría. Octavio Paz, reinvención del barroco. Pessoa, heterónimos amagados. William Blake, látigo contra mohatreros.

13º.- Quevedo popularizó la sorna, la ironía, la picardía intelectual, el atrevimiento y la crítica osada, la sagacidad mental, “era un hombre a una nariz pegado…”. ¿Qué te dice el nombre de Quevedo? ¿A qué está apegado Crispín?

Quevedo es un nombre lleno de resonancias, magnético, sólido, ético. Quevedo es una de las cimas de la literatura universal. Quevedo, -observó Borges- pese a ser el gran fracasado de las letras universales (en Europa es prácticamente desconocido), es el escritor de los escritores y que todo aquel que guste de Quevedo es un novelista, un hombre de letras en potencia. ¿Mis apegos? Ahora mismo yo estoy apegado a muchísimas cosas, a mi familia, a mi mester de cortesía, a mi dama… Todo a lo que renuncié, todo lo que arrojé al agua, me ha sido devuelto.

4 comentarios :

  1. El renunciar a todo; el querer ser uno; el darte cuenta de tus miedos y enfrentarte a ellos etc. etc. etc., así es como al final cada uno llegariamos a conocernos, a ver lo que realmente queremos ser, y llenariamos nuestro interior como Crispin D'Olot: Mucha felicidad y recuperariamos todo lo que habiámos renunciado por ser nosotros mismos.
    Pepi ya sabía, que Crispín D'Olot, le iba a dar muchas enseñanzas. Parece que fue alumno del Teléfono de la Esperanza.

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  2. ¡Cuántas enseñanzas!. ¡Cuánta sabiduría!. Nacida de los libros y la vida. GRACIAS.

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  3. Cómo me gusta leerte, Crispín. ¡Cuánto te ha enseñado la vida! ¡Cómo me gusta ver qué no te valen los caminos uqe otros han abierto! !ómo megusta que hayas vencido el miedo¡. Utopía, camino y poeta: tres hermosas palabras:pensaré en ellas.

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  4. ¿Se le puede oir cantar o contar historias en directo?Gracias

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