- Salidas de emergencia -
Para ahuyentar el mareo que me rondaba en mi último viaje en autobús, me fijé en el rótulo de la ventanilla –salida de emergencia- y dejé vagar mi mente por otro tipo de salidas igualmente de emergencia en nuestra vida.
¿Es una salida de emergencia decirnos a nosotros mismos que estamos muy ocupados cuando nos da miedo enfrentarnos a algo o a alguien?
Ir a comprar cosas innecesarias en el momento en que un asunto complicado nos da vueltas en la cabeza ¿puede ser una salida de emergencia?
Escuchar música a volumen más alto del deseable, oír tres veces al día las noticias o mirar insustanciales programas de televisión ¿serán salidas de emergencia ante el miedo al silencio y a la escucha interior?
¿Es leer y leer historias ajenas una salida de emergencia de nuestra insulsa y mediocre vida normal?
Rodearnos de gente a todas horas, hablar y hablar para llenar los espacios en blanco, reírnos en serie de chistes también en serie ¿no será otra salida de emergencia?
Cuando la angustia, la soledad o el miedo nos acorralan buscamos salidas de emergencia que, la mayor parte de las veces, sólo consiguen salvarnos el momento. Postergamos la solución. Y no queremos verlo.
De cualquier modo, hay que atender las emergencias (aún sabiendo que son eso). Como yo, que utilicé la “salida de emergencia” grabada en la ventanilla del autobús para despistar un mareo puntual.
M.E.Valbuena
No hay comentarios :
Publicar un comentario