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domingo, 7 de octubre de 2012

ECOS DEL III CONCIERTO VOCES DE ESPERANZA EN LEON




Fue el psicoterapueta Eduardo Lallana el que nos habló de la distinción que en la Gestalt se hace de la figura y el fondo. Y de esta ley queremos servirnos para compartir con todos nuestros internautas los ecos del III Concierto Voces de Esperanza, el día 6 de octubre, a cargo del Grupo Runa Manaz, en el Teatro El Albeitar de la Universidad de León.

La figura es lo que te entra por los ojos. Lo que no puedes ocultar. Es real, pero no es toda la realidad, ni siquiera la más importante. En este caso, el exceso de butacas vacías.Las ausencias llamativas. Los que nos habían dicho que contáramos con ellos, pero al final no se acercaron. Todos tendrán sus razones.



El fondo es lo que está detrás. Aquello que si no te paras no descubres. Lo más importante. Lo que sostiene el armazón. Lo que posibilita la figura. Y esto es especialmente lo que queremos compartir. Un poco por convencimiento y otro poco por necesidad.

Fondo es los muchos ensayos de Angel y Marta para sacar adelante una presentación distinta, diferente, original. Ensayos acompañados de paseos, meriendas y carcajadas. Que no fueron pocas. ¡Y vaya cómo fructificaron!.

Fondo es las puertas abiertas que hemos encontrado en la Universidad de León para hacer posible este acontecimiento. Las voces amables de Ana, de César; el buen hacer de Ricardo y Miguel Angel, los técnicos de luces y sonido. Sin ellos no hubiera sido posible ni el III ni el II ni el I Concierto Voces de esperanza.


Fondo es el sí decidido de Manuel Martínez a este concierto y de todos y de cada uno de los componentes de su Grupo Runa Manaz. ¡Que parecía que se sentían como en casa!. Uli, Pedro, Brian y Jon.

Fondo es el esfuerzo decidido y entusiasta de Herminio y M. Nieves por sacar adelante un video atrayante, motivador e ilusionante.

Fondo es el conjunto de colores que Toño de la Fuente nos regaló con su fotografía para el cartel, que abrían a un camino de tierra, pero de esperanza.


Fondo es el empeño de la organización por sacar esto adelante. Otra vez. Con ilusión y esmero. Con no poco cariño.

Fondo es encontrarse con las caras conocidas de las personas estusiastas que no dudan en tirar del Teléfono de la Esperanza en León.

Fondo son los buenos momentos vividos. El corazón puesto en las cosas que salieron. Todo lo que nos reimos.

Fondo es saber que el Teléfono de la Esperanza además de grandes voluntarios dispone al menos de dos grandes monologuistas.


Los desencantos, las penas, las tensiones, las rabias, los vacíos, - ¡que los ha habido!- no dejan de ser más que figuras de barro o de cristal. Figuras de las que estamos dispuestos a aprender.

La organización
 

sábado, 6 de octubre de 2012

LAS VACAS QUE TIRAN DEL CARRO


Andamos festivos en León. En estos primeros días de octubre celebramos una de las fiestas más tradicionales, coloristas y significativas de nuestra Historia: San Froilán (obispo que fue de León allá por el siglo X) y La Virgen del Camino, patrona de la ciudad.

Las calles se engalanan de banderas y flores, las gentes pasean su traje regional, desfilan los pendones y se recuperan tradiciones que nos retrotraen a otra época y a otras realidades.

Uno de los actos más vistosos es el concurso de carros engalanados que, cada año, parece crecer en participación y originalidad. Son carros esmeradamente adornados con flores, frutos y escenas agrícolas. Muy entrañables. Desfilan por la ciudad, llenando las calles de color e historia.

Pues bien, este año a mí me ha dado por pensar en las vacas que tiran de esos carros. Ellas, debidamente ataviadas para la ocasión, son elemento imprescindible del espectáculo. Sin ellas no habría tradición. Sin ellas, que tiran del carro, no habría concurso, ni muestra, ni recuerdos presentes.

Y sin embargo, a pesar de su importante función, pasan desapercibidas. El premio lo gana el carro y lo disfrutan sus ocupantes. Ellas... sólo tiran.

Observándolas traigo a mi memoria el papel que desempeñan aquellas personas que tiran de las cosas (de la familia, de las organizaciones, de la amistad, del quehacer cotidiano). No recibirán reconocimientos ni premios por la labor que otros exigen o simplemente dan por hecho. Pero qué triste sería estar sin ellas y cuánto las íbamos a echar de menos.

Hoy mi recuerdo y mi escrito va para ellas. Mi gratitud también.


La Escribana del Reino
M.E.Valbuena

viernes, 5 de octubre de 2012

ME QUEDA LA PALABRA


¡¡Acordaros!! Hoy es el III Concierto Voces de Esperanza. A las 21 horas en el teatro El Albeitar.


Y como va de canciones nos ha gustado esta de Paco Ibáñez.

ME QUEDA LA PALABRA y los mil gestos de ternura.


Dedicada a todos los que lucharon,

a los que se arriesgaron,

a los que dejaron su tierra y sus ráices,

a los que nos entregaron un mundo con mejor calidad de vida,

a los que nos precedieron,

a los que mantuvieron viva la ilusión, la fe, la esperanza.

Va por todo ustedes

 

jueves, 4 de octubre de 2012

¡¡¡ QUÉ BRUTOS ESTOS DE LA POLI !!!


franbuesas

Asaltan una joyería de madrugada en Oviedo y la "poli" necesita un sospechoso.


Entonces encuentran a un borracho cerca del lugar y lo llevan a comisaría.

Allí lo bajan al sotano y un "poli" empieza a meterle la cabeza en un cubo de agua.

Cuando el borracho esta casi sin aire, el" poli" lo saca y le pregunta:

 -¿donde estan las joyas?

 El borracho balbucea intentando coger aire y respirar,  pero el "poli" repite la operación tres veces, hasta que la cuarta lo saca.

El borracho, apunto de morir ahogado, empieza a jadear tomando aire y el "poli" repite:

-¿Donde estan las joyas?

Y el borracho le contesta:

-¡ Cagón mi madre, contratai a un buzu, que yo no les veo!!

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿UN JUEGO MACABRO EN EL QUE NO TENEMOS NADA QUE RASCAR?



Hay preguntas que la mayor parte de las personas en algún momento nos hacemos. Preguntas que forman parte de las entrañas del ser humano. Preguntas que es mejor adelantarse a contestar para que no nos pillen de improviso. ¿Quién soy yo o para qué estoy aquí?, constituyen el corazón de nuestra propia búsqueda. Junto a estas dudas hay otras que las merodean, que las envuelven y las acercan. ¿Por qué y para qué el mal, el daño fortuito, la calamidad?. ¿Podemos elegir o nuestra vida se escribe a base a unos acontecimientos que nos sobrevienen, especialmente en nuestra infancia y el resto de nuestros días es ir repitiendo secuencias, actitudes, comportamientos?. ¿Cabe algo qué hacer, qué decidir y qué cambiar o somos víctimas sin más de un juego macabro escrito por la divinidad, el azar o la simple casualidad?.

Estas reflexiones nacen después de la lectura del afamado libro “La soledad de los números primos”, de Paolo Giordano, en el que los protagonistas – Mattia y Alice – repiten tristemente en su vida los encadenamientos tristes de una infancia de soledad, incomprensión y abandono y se pasan el resto de sus días reescribiendo tus propias vidas en soledad, incomprensión y abandono. La historia deja en el lector un poso de tristeza, desánimo y desaliento, en la que los protagonistas se sienten imposibilitados e incapaces de salir de un pozo que es hondo y oscuro, hasta tal punto que “Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos”. Incapaces de vivir una vida que no fuera desencuentro y melancolía.

¿Es inexorablemente así?. Quien más quien menos repetimos cuentos pasados y nos dejamos vencer por viejos egoísmos, iras rancias, envidias sin horizonte, perezas nauseabundas e inercias cotidianas. Pero, ¿no es posible arriesgarse, salir de nuestra torre sombría, aventurarnos a conocernos, desentrañar nuestros enredos, desempozoñarnos de nuestras miserias, hacer nuestro propio guión de vida, aunque sea endeble y tenga tachaduras y deslices?.

En mi pequeño portal una pareja de golondrinas han hecho un nuevo nido. A mitad del verano se mudaron de casa y se alojaron en el nido que parecía abandonado del año anterior. Mientras se deshojan estas palabras una de las golondrinas se ha posado en uno de los tres faroles que quieren dar luz a la abierta portalina. Está tan cerca de mí que me parece sorprendente. Por las noches duerme en la parra que circunda el recinto. Ahora observa. La miro y me mira. Se la ve tranquila. Respira de forma pausada. Como yo en este instante. Dejo de escribir... Quiero escucharla...Despereza las alas, está silenciosa, se arrasca con el pico, mueve la cabeza, no me quita el ojo... La siento. Es éste un momento sagrado. Hermoso. Lúcido.

Echa a volar dejándome su certeza. A mi se me escapa una tímida sonrisa.

¿Si las golondrinas saben cambiar de nido, no sabremos los humanos...?


Valentín Turrado

martes, 2 de octubre de 2012

TE QUIERO CON LOCURA...




Rompamos los convencionalismos que nos constriñen.

Rompamos las vergüenzas que nos apagan.

Rompamos un par de normas sociales que nos envuelven.

Rompamos el papel de actrices de películas foráneas.

Declaremos el amor a través de nuestros e-mails.

Declaremos la bondad en nuestras comunidades de vecinos.

Declaremos la ternura entre adversarios políticos.

Declaremos la tregua a nuestra mediocridad.



Hagamos el amor con los cien gestos que conforman cada día.



PARA SER NOSOTROS MISMOS.
En esta calle de León hemos econtrado la pintada

lunes, 1 de octubre de 2012

LLENARÉ MI CORAZÓN DE NOMBRES




Taller de la Gestalt para los orientadores y coordinadores del Teléfono de la Esperanza de León: “Llenaré mi corazón de nombres”.



Bastaron diez minutos para que Eduardo Lallala, psicoterapeuta avezado, fundador del Centro terapéutico de Soria “Ser Tú” y Presidente de la ONG “Tierra sin males”, nos pusiera a todos panza arriba, que es lo mismo que decir que de bruces ante nuestra propia realidad, con apenas un puñado de preguntas, aparentemente inocentes.

¿Qué me habita cuando pienso?

¿Cómo me siento ahora y en estos últimos días?

¿De qué estoy huyendo o qué trato de evitar?

¿Qué me dice mi cuerpo, mi organismo, mis entrañas?. ¿De qué me habla?

Todo un vendaval de sensaciones, percepciones, sentimientos, e imágenes comenzaron a aparecer, sin apenas esfuerzo. Empezamos a darnos cuenta de lo que estaba bullendo por dentro, gritando salir fuera, revolverse, estremecerse, verbalizarse, a través de nuestras manos, nuestros ojos y con nuestras palabras y – ¡cómo no!- de nuestras lágrimas. Estas preguntas, de apariencia infantil, ya las hacía Perls, el fundador de la Gestalt.

Fue el primer paso para adentrarnos en el proceso o ciclo de nuestra experiencia vital, aquel que desvela nuestras necesidades, satisfechas o insatisfechas. Un trabajo que se abría paso contestando a tres ingenuas afirmaciones:

¿Qué necesito?

¿Qué quiero?

¿Qué decido?


Más tarde nos pusimos como locos a escribir nuestros deseos. Pudieron haber sido cien, pero fue suficiente con algo más de 25. Cada uno los suyos. Sus anhelos. Sus sueños. Enseguida nos dimos cuenta de que detrás de cada deseo había una necesidad pendiente, sin resolver o en camino. Una necesidad que había que colocar en la pirámide de Maslow. Maslow imaginó nuestras necesidades en forma de pirámide, de tal forma que en el suelo situó las “necesidades primarias”, a continuación las de “seguridad”, después “las de pertenencia”, más arriba “las de reconocimiento” y en la parte más alta las de “autorrealización”. El trabajo a realizar consistía en ubicar en su respectivo peldaño cada uno de nuestros deseos, para darnos cuenta de que no éramos seres tan elevados y trabajados como creíamos. El otoño es un buen tiempo para dejar caer nuestros “egos” y colocarnos en nuestro sincero peldaño. Si no somos conscientes, lo que sale es el “ego” en forma de automatismos, de introyectos, de ideas recogidas en nuestra infancia, repitiendo una historia indeseada y que no es nuestra.

Este taller fue para orientadores y coordinados del T.E. de León. Todos los asistentes pudimos constatar que es no sólo necesario sino imprescindible seguir trabajando, madurando, cuestionando, puliendo, hasta llegar a ser – nunca del todo – personas sanas, sabias y solidarias, acompañadas del buen hacer de caminantes tan experimentados como Eduardo Lallana. Todo el taller estuvo envuelto en la referencia frecuente a un ser humano que pisa, con esfuerzo y agradecimiento, las cumbres de la autorrealización, Pedro Casaldáliga. De él recogemos los últimos versos que, cuantos estuvimos en este taller, hacemos nuestros:


Al Final del camino me dirán:

- ¿Has vivido?. ¿Has amado?.

Y yo, sin decir nada,

Abriré el corazón lleno de nombres.


Todo esto y algo más sucedió los días 22 y 23 de septiembre.

Un asistente al taller