Tablón de anuncios

sábado, 10 de mayo de 2014

LA ESCRIBANA DEL REINO


-Miradas-

         Cada día nos cruzamos con cientos, con miles de miradas. Miradas que se detienen en las nuestras, que nos ignoran o que pasan como queriendo no pasar. Miradas que transmiten y que no.

         Hay miradas de altanería, de orgullo, de satisfacción, de amargura, de tristeza, de mala leche, de mal de ojo, de envidia. Las hay también de alegría, de acogida, de comprensión, de sorpresa…

         Pienso hoy en la dulzura de esa mirada que nunca descubrí. Dulzura derramada en otros ojos que no fueron los míos. Posiblemente porque los sentimientos no siempre son claros y, diciendo una cosa, queremos decir otra. O porque la herida del corazón nos juega malas masadas y, en lugar de querer queriendo, malqueremos.

         Lo cierto es que no vi dulzura en su mirada, donde otros sí la vieron. Tal vez miré sin ver, porque me dolía demasiado. O viendo, no quise mirar por la misma razón.

         Hay miradas que no se olvidan, tan cargadas de sentimientos como están, que se quedan suspendidas de nuestra retina in saecula saeculorum y que se clavan como alfileres en el alma. Por muchos años que pasen no borramos su intensidad ni su fuerza.

         Y otras que, por no haberlas recibido nunca, recreamos en nuestra imaginación y anhelamos continuamente, sin acabar de aceptar que no eran ni serán para nosotros, mal que nos pese.

                                                                           M.E. Valbuena

No hay comentarios :

Publicar un comentario