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miércoles, 27 de febrero de 2013

LA INTELECTUALIZACIÓN



LOS MECANISMOS DE DEFENSA: La intelectualización

Los mecanismos de defensa son las estrategias psicológicas inconscientes e involuntarias que los seres humanos utilizamos como respuesta a un acontecimiento interno o externo intenso, estresante, que produce angustia. La persona se siente amenazada y reacciona para tratar de mantener el equilibrio. Con ello se trata de minimizar las consecuencias dolorosas de ese hecho. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger a la persona de la ansiedad o de sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.

En general todos los mecanismos de defensa, que utilizamos desde la infancia, nos hablan de problemas ocultos, problemas sin resolver que merecen nuestra atención y consideración.

Los mecanismos de defensa alivian la ansiedad pero lo hacen negando o distorsionando la realidad. No la afrontan cara a cara. Le dan la espalda.

¿Cómo reacciono ante un acontecimiento estresante que me provoca angustia?.

11.- La intelectualización

La intelectualización es un mecanismo de defensa a través del cual la persona intenta dar una forma discursiva y abstracta – fría, analítica, teórica, distante, intelectual - a sus emociones, sentimientos, pensamientos, deseos y conflictos, con el fin de controlarlos e impedir que surjan ideas desagradables. Se utiliza para reprimir emociones como dolor, rabia, impotencia o angustia en el inconsciente, pasando toda la atención al pensamiento racional. Estas generalizaciones ayudan a escapar de situaciones particulares.

La intelectualización es una «huida hacia la razón», lugar que a la persona le resulta más cómodo, evitando emociones incómodas, centrándose exclusivamente en los hechos y en la lógica. La situación es tratada como un problema interesante – digno de análisis - que traslada a la persona a su base racional, mientras que los aspectos emocionales son completamente ignorados, por considerarlos irrelevantes.

La intelectualización puede estar acompañada, pero es distinta de la racionalización, mecanismo que utiliza clichés, historias y explicaciones oportunas para justificar determinadas conductas. En lugar de confrontar los acontecimientos dolorosos, la intelectualización los estudia y encara de forma indiferente y distante, para que no provoque ansiedad. Es distinto del aislamiento. En el aislamiento se reprime el pensamiento, pero no el sentimiento. En la intelectualización se recuerda el pensamiento y se olvida el sentimiento.

A través de la intelectualización se utiliza un lenguaje sofisticado para marcar diferencias con el resto de la gente. Se da con frecuencia entre personas intelectuales. También se da en los adultos, como en el caso de aquellos que utilizan un vocabulario muy técnico ante hablantes no especializados en el tema. La intelectualización en estos casos es una forma de pedantería.

Ejemplos

Un cliente de psicoterapia sólo presenta sus problemas en términos racionales y generales (ante una elección amorosa, disertará sobre las ventajas relativas del matrimonio y del amor libre)

Un ejemplo de argumentos de este mecanismo serían: “No me importa no tener amigos, yo no necesito tener amigos: los amigos sólo te causan problemas, estoy mejor solo”.

Una persona que ha tenido unos padres muy estrictos, normalmente se ha sentido herido y enojado por ello. Sin embargo desde este mecanismo, al hablar de su infancia diría: «Sí, mis padres eran firmes y me imagino que yo albergue algún sentimiento de antipatía hacia ellos”. Es una forma de intelectualizar, eligir palabras racionales y emocionalmente frías para describir las experiencias que suelen ser emocionales y muy dolorosas.

Una persona con cáncer solicita datos sobre la probabilidad de supervivencia y las tasas de éxito de varias drogas. El médico puede responder, usando «carcinoma» en lugar de «cáncer» y «terminal» en lugar de «fatal».

Una persona que tiene grandes deudas construye una compleja hoja de cálculo sobre cuánto tiempo se necesitaría para pagar utilizando diferentes formas de pago y tasas de interés, en lugar de intentar comprender y luego detener su impulso por gastar dinero.

Un ejemplo de ello sería “el niño repelente de la clase”, ese niño que intenta destacar sobre sus compañeros a través de un lenguaje más avanzado para su edad, ocultando de alguna manera un sentimiento de inseguridad.

Una persona que carece de estudios y esto le hace sentirse inferior a los demás, pero al hablar utiliza frecuentemente citas de autores célebres o estudios elaborados para reforzarse.

La mejor forma de no caer en la intelectualuzación es escuchar al propio cuerpo, porque el cuerpo no intelectualiza y nos abre a la verdad sobre lo que está ocurriendo.

Amigo bloguero, te animamos a que escribas en “comentarios” alguna experiencia tuya o conocida por ti de intelectualización.


La redacción del blog

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