Tiberias, Israel, al fondo Mar de Galiliea o Lago Tiberiades |
Nunca podré olvidar aquella tarde de otoño. Tenía un sabor a penumbra cálida. Me acerqué al hospital porque me habían llamado entre lágrimas: “Está muy mal; quiere verte”.
Cerré los ojos, como acostumbro a hacer en los momentos claves de mi existencia. El estaba allí en aquella habitación verde, con una respiración agitada. Eran las siete de la tarde. Al pie de la cama, con una mirada tristemente tierna, me susurró la penúltima página de su vida: “El dolor es insoportable. El cáncer de huesos se ha hecho un mar en mi cuerpo. El doctor quiere sedarme y yo estoy dispuesto. Le pedí una tarde para despedirme de la gente importante . Ya le dije adios a Julio, a los niños, a un par de familiares y a mi madre. Sólo me faltas tú. Es mi despedida, ¿sabes?. Mi hasta pronto. Me voy sin ira. Dentro de unas horas perderé la consciencia y no sé que pasará por mi cabeza, en mi corazón. Es irreversible. Oye que.. me alegro de haberte conocido, de formar parte de tu círculo de afectos. Ayúdame a volar lejos del dolor y el olvido, lejos de la noche y el desencanto. Cuando pienses en mi evoca los mejores instantes, nuestros paseos al lado del río y nuestros cientos de e-mail, aquellos abrazos... Me voy con un deseo de abrir las ventanas a un cielo más azul y a un amor que anhelo más grande, más amplio. Y si lloras, sea de alegría. Tus lágrimas mojarán mis alas y no me dejarán en paz en mi paraíso. Cuida de los míos, anda. Nos volveremos a ver”.
Al escribir hoy sus palabras me invade una serena paz y una recóndita sensación amorosa. ¿Será verdad que ella desde la otra esquina sigue estando entre nosotros?.
Preciosas paalbras de despedida, cuando el dolor ya es insoportable, y dejas que te metan en un estdo de inconsciencia que, no sabemos en qué acaba... Mejor, sí sabemos. Sabemos que acaba en una eternidad feliz. ¡¡Entereza de uan persona a morir!! Para aprender . Y mucho.
ResponderEliminarCuanto siento que las personas tengamos que pasar por esto...
ResponderEliminar¡Que fuerte!. Hay gente que cree en el más alla, y para ellos la muerte es volver a nacer.
ResponderEliminarPepi no puede verlo con esperanza, lo ve con tristeza por la pérdida de un ser querido.
Una historia muy hermosa. Yo también quiero un día despedirme consciente y con seranidad
ResponderEliminarMañana voy a despedirme de mi abuelo, muere en unos días...y yo ya estoy muerta en vida...tengo ganas de mirarlo y acariciarlo, auqneu no planifico, no pienso...me dejaré llevar...lo amo tanto...
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