Conseguir que cientos de personas dancen juntos, en espacios públicos, pidiendo públicamente concordia, tolerancia, respecto, diálogo, transcendencia, fiesta armónica y que de ese encuentro sea testigo la propia catedral de tu ciudad, es algo mágico y maravilloso. Eso se ha conseguido en estos días en torno a la Catedral de León. En nuestras fiestas patronales.
Agrandemos entre todos estos espacios y seamos cómplices de ellos.
Las fotos son testigos de la gran participación colectiva que se ha vivido.
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